Fría,
como la lluvia que sin piedad
azota
los mudos tejados
donde
anidan
las golondrinas
en primavera…
Tu
mirada
se
clavó en mi corazón
cerrando
de golpe: Puertas, ventanas,
ilusiones
y
promesas, que el viento se llevó un día
dibujando
en el
mudo cristal del silencio
un
adiós
que
como el vaho de un suspiro
se fue
diluyendo
poco a
poco, en el negro vientre de la nada.
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