Sin miedo a perderme en el vientre
profundo
de la oscuridad…
Cada
mañana levanto anclas
y navego
por los océanos de rosas
y espinas
que abren
las puertas de un mundo
desconocido
para los cuerdos.
Para los
cuerdos que cada día esclavos
de su
egoísmo
y falta
de escrúpulos, planifican
las
guerras
y
siembran en los surcos del futuro:
Hambre,
injusticias y vergüenza ajena...
Sin miedo
a perderme en el vientre
profundo
de la oscuridad…
Cada
mañana levanto anclas
y me
pierdo
en el
vientre onírico de un nuevo sueño.