Desde niño aprendí a ser libre
y a respetar
a los demás porque mi madre
así me lo enseño.
Y prometo con la mano puesta
sobre los versos
de este humilde poema…
Caminar siempre con la firme
promesa
de luchar por la libertad y no herir
nunca
la sensibilidad de un corazón
enamorado.
Desde niño aprendí a ser libre
y a respetar
el pensamiento individual
y colectivo
de todos los pueblos del mundo.