Oculto entre las sombras
que la tarde
a los pies de los naranjos
derrama…
Hoy he cruzado el puente
que separa
tu corazón y el mío
y agarrado con rabia
a los amarres que cuelgan
de las guindolas
de tus ojos
he vencido el vértigo
que tu risa en mi alma provoca.
Con las dudas sentadas
cómodamente
en los andamios de mis
deseos
y el miedo al rechazo
dentro
de un bolsillo de humildad…
Hoy hemos tomado
café
sobre un corazón
de alfileres
donde tú nombre y el mío
al esconder
juegan entre cucharillas
y servilletas
manchadas del rojo carmín
de tus labios…