caudal de
injusticias
que
ahoga entre sus aguas turbulentas
las
esperanzas
de los
pueblos más pobres de la tierra…
En tu
boca
como el
martillo que golpea en la fragua
nace la
voz
que rompe
en mil pedazos los cimientos
de una
cultura
impuesta
a golpes de grandes mentiras.
De una
cultura
impuesta
a golpes de guerras pactadas
en
lujosos despachos
y de
miedos sutilmente impuestos a través
de
volubles iconos
y de
dioses selectivamente vengativos.
Como un
río desbordado por el inmenso
caudal de
injusticias…
Tus
versos siembran en los surcos
mágicos
del sueño
una luz
preñada de futuro y esperanza.