Desnudo de pudor como la conciencia
negra del tránsfuga…
El viento alisando un poco su cabello
se detuvo
un momento sobre una alfombra
de hojas caídas
para contemplar con tristeza, los tonos
grises
de los árboles que parecían un bosque
de chinchetas
y la extrema soledad de los bancos vacíos
del parque
donde tantas veces nos juramos amor eterno.
Sin derramar ni una lagrima que delatara
su dolor…
Cantando por bulerías, se perdió
una madrugada
en el sombrero de copa de un nuevo y triste amanecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario