Cada
noche mis pensamientos
vestidos
con
viejas túnicas moradas…
Vuelan
a
lomos de una blanca nube
que
despeina con sus alas
las
alamedas de estrellas
que
conforman nuestra galaxia.
Vuelan
impacientes
hasta tus aposentos
para
amarte
y
poseerte con la pasión
y
ternura
que
amaban y poseían
a
sus mujeres
aquellos iconos mitológicos
que
fueron expulsados
de
la tierra
por
el egoísmo y la vanidad
de
unos hombres que se creían dioses.
Cada
noche mis pensamientos
vuelan
a
lomos de una blanca nube…
Para
morir ahogados en el mar de tu boca.