derrama
sobre mi piel curtida a golpes
de sudor
y de hambre
la ternura de un beso
que de mi existencia nunca supo.
Como un rojo clavel abandonado
en el tiesto
de una maceta rota…
Mis manos vacías de futuro
y esperanzas
abren una flor de incertidumbre
en el vientre desierto y seco del futuro.
Mientras que tu risa pintada al oleo
sobre la piel
blanca de la inocencia
se pierde en la garganta oscura
de una mina bañada de ilusiones y sueños…
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